El miércoles fue un día importante para todos los católicos. Muy importante, pues fue el día en el que por fin, después de la fumata negra del día anterior, los cardenales eligieron al que desde ahora es su nuevo máximo dirigente y líder, al que el mundo católico le dio la más grata bienvenida: el Papa.
Al principio decían que iba a ser africano (por la muy famosa profecía del Papa Negro), por lo que muchos pensaban en el cardenal ghanés Peter Turkson. Otros pensaban que sería latinoamericano, creyendo en la elección del brasileño Odilo Scherer o de otro cardenal de la región. Habían también los que daban como favorito a un europeo (cosa bien tradicional), como el italiano Angelo Scola, Patriarca de Venecia. Pero finalmente fue la segunda suposición la que ganó. Ese día, tras salir la fumata blanca, el cardenal francés Jean-Louis Tauran, que posee el título de cardenal Protodiácono, anunció el Habemus Papam y dijo ante los emocionados fieles de la Plaza San Pedro que el elegido papa es nada más ni nada menos que un cardenal que provenía nada más ni nada menos que desde Argentina, llamado Jorge Mario Bergoglio, quien hasta ese mismo momento había sido Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina. Con ello, se convertía en el primer papa americano y latinoamericano de la historia y no europeo desde hace muchos siglos, además de ser el primero en tener un nombre como éste: Francisco (sin I (Primero) ni nada, sólo Francisco).
Jorge Mario Bergoglio, en sus tiempos de cardenal y Arzobispo de Buenos Aires. |
Jorge Mario Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936 (76 años, casi la misma edad a la que fue electo Benedicto XVI, hoy papa emérito) en el barrio de Flores, Buenos Aires, Argentina, hijo de los inmigrantes italianos Mario José Bergoglio y Regina María Sívori. A los 27 años le llegó la vocación religiosa y quiso ser sacerdote, ingresando en un seminario jesuita en Buenos Aires y después en otro en Chile, donde terminó sus estudios. Tras ser ordenado sacerdote en 1969, se empezó a ligar con movimientos políticos de su país y apoyó a los sacerdotes víctimas de secuestros y torturas durante la dictadura militar de Jorge Rafael Videla, aunque ha habido una polémica acerca de la relaciones del sacerdote con dicho régimen.
En 1992 fue ordenado Obispo Titular de Oca y se hizo Obispo Auxiliar de Buenos Aires, convirtiéndose después en 1998 en arzobispo de dicha capital argentina. Dos años más tarde, en 2001, Juan Pablo II lo crea cardenal en un consistorio realizado el 21 de febrero de ese año, con el título cardenalicio de San Roberto Belarmino.
Bergoglio se hizo conocido en su país por ser humilde y por apoyar la justicia social, características que mantiene hasta hoy que es papa (su nombre papal es en honor a San Francisco de Asís, humilde como él). Como pruebas de su austeridad, vivía en un departamento anexo a la Catedral Metropolitana de Buenos Aires en lugar de residir en el palacio arzobispal, viajaba en bus en vez de ir vehículos oficiales (cosa que hasta ahora hace) y, hoy como papa, le pidió a un sastre colombiano, el cual le va a hacer su vestimenta litúrgica, que no la adorne mucho. Cabe destacar que también visitaba, en sus días de arzobispo, las zonas pobres de su ciudad y hacía las ceremonias de Semana Santa del Lavatorio de Pies con varias de estas personas y enfermos de sida.
Todos los cardenales de la Iglesia Católica han tenido y tienen, sean o no nobles, un escudo de armas. Tanto el voceado Peter Turkson, como el protodiácono Tauran y el único cardenal vivo que tiene nuestro país, Juan Luis Cipriani, tienen uno. Así, Bergoglio también tiene el suyo. En esta entrada es eso lo que presentaremos, el escudo del actual papa en sus tiempos de cardenal:
Escudo de Jorge Mario Bergoglio. Imagen de SajoR, poseedor de un excelente armorial de los cardenales actuales de la Iglesia Católica. |
El escudo cardenalicio del que ahora es el dirigente de todo el mundo católico tiene en cada uno de sus elementos mucho simbolismo. El sol de oro, en el que está inscrito un cristograma (el muy famoso JHS o IHS) de gules y que tiene debajo tres clavos de sable, es el emblema de la Compañía de Jesús, orden cuyos miembros reciben el nombre de jesuitas y a la que pertenece el otrora arzobispo (ah, por cierto, además de ser el primer papa americano y latinoamericano, es el primero jesuita).
Emblema jesuita. |
Debajo del logo jesuita, veos dos elementos: una estrella, la cual representa a la Virgen María (algunos se acordarán del título de la Virgen denominado Stella Maris, Estrella de María en latín) y un racimo de uvas, el cual representa a Jesús (en el versículo de Juan 15:5, Jesús dice que él es como una vid y sus creyentes como sus pámpanos, siendo inseparables). Ambos elementos son de plata.
Vamos con los adornos exteriores. Ese sombrero de gules del cual salen varios nudos se le llama galero, elemento usado en los escudos de los cardenales y de otras dignidades eclesiásticas (desde diáconos, pasando por obispos, hasta patriarcas. El color y número de nudos, llamados borlas, varía según la dignidad). Detrás del escudo, tiene un báculo con una cruz doble o de Lorena, elemento de los escudos de los cardenales arzobispos. El lema, en latín, idioma muy usado en heráldica, dice: MISERANDO ATQUE ELIGENDO (Con piedad y eligiéndolo) y proviene de la escena de la Biblia en la que Jesús, demostrando su infinito perdón, hace uno de sus discípulos a Mateo, considerado hasta ese momento un pecador.
El papa oficialmente empezará su pontificado recién el martes, en una misa a la que asistirán los presidentes de países latinoamericanos como Argentina, país natal del Sumo Pontífice, Brasil y Chile. Para entonces, creo que ya tendremos el nuevo escudo papal, pues al igual que los cardenales, los papas han tenido todos un escudo de armas.
Ya varias personas le desearon lo mejor en su pontificado, y yo, como católico que soy, le deseo mucho bien y que pueda dirigir la iglesia de manera correcta y de acuerdo con sus valores, como él lo sabe hacer. Bienvenido, Francisco.
Gracias a todos y saludos a todos. Nos vemos en la siguiente entrada.
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